viernes, 13 de febrero de 2009

Sebastián Cichero Caffarena

Casa de la calle Pedro de Mendoza 2087 esq. Australia donde se alojara Julio A. Roca

Foto de Sebastiano Cichero aparecida en el artículo del diario La Prensa BsAs 25 Octubre 1964

(Sebastián con su hijo Doménico posiblemente por la época que arribaron a Buenos Aires)
Sebastiano Cichero Caffarena:

Entre los primeros inmigrantes de La Liguria que llegaron a Buenos Aires figuran mi tatarabuelo materno, Sebastiano Cichero (1) y su hijo Doménico (1) de siete años, mi bisabuelo, que habían embarcado en el puerto de Génova en 1842. (1) No he podido saber el motivo por el cual Sebastiano decidió venir a Buenos Aires con su pequeño hijo siete años. Es posible que el fallecimiento prematuro de su esposa Ana Maggio, haya influido en su decisión.
Por dichos de familia, he escuchado decir que su profesión en Génova era la de constructor de barcos y que con esta finalidad fue contratado por Juan Manuel de Rosas, pero no tengo claro si hubo una propuesta previa a su viaje o simplemente decidió emigrar y el contacto entre ellos se inició después en Buenos Aires. Mi tío Néstor Cichero me comentó que sus servicios de construcción naval fueron muy demandados durante el bloqueo anglo-francés.
Sebastiano nació en Italia el 21 de enero de 1810 y era hijo de Doménico Cichero, nacido el 23 de Febrero de 1771 y de Angela Caffarena. Sus abuelos eran Antonio Cichero, nacido el 21 de Octubre de 1740 y Angélica Cavallo. (1)
Por dichos de familia, desde chico había escuchado que Sebastiano Cichero había sido un visitante habitual a las tertulias de Palermo de San Benito, que había tenido relación comercial con Rosas y que a su hijo Doménico le había enseñado a leer y escribir su hija Manuelita, lo que siempre me pareció sorprendente y difícilmente creíble, porque Manuelita
desempeñaba funciones diplomáticas y sociales recibiendo a embajadores y enviados de otros países, y atendía petitorios de toda clase para interceder ante su padre, estando muy ocupada como para enseñar a leer y escribir al hijo de un inmigrante italiano.

Sin embargo Antonio Bucich, el historiador de la Boca confirma el dicho de familia, al relatar:

“Hombre de trabajo, Sebastián Cichero fue ajeno a los contratiempos de la política que tan enconadamente dividió a los argentinos. Durante la dictadura de Rosas se dedicó de lleno a sus labores de fuertes impregnaciones religiosas. Se cuenta que el Restaurador lo distinguía. Se le había hecho simpático el genovés industrioso, y tanto que su hija Manuelita llegó a hacerse cargo de la instrucción de su pequeño Domingo, que de su improvisada maestra aprendió el castellano, a escribirlo y leerlo. (2)
.
En un trabajo presentado en la Universidad de Viena en 2007 por la austríaca Caroline Katschnig, se confirma esta información:

“…Rosas tenía una clara preferencia por los italianos, en especial por los que provenían de Liguria. Es conocido que fueron ligurenses los que desde La Boca, desarrollaron la navegación costera y la industria naval en la Argentina. Se destacaron dos familias es esta evolución: Los Cichero y los Badaracco. El jefe de la familia de los Cichero, Sebastiano Cichero, gozaba de la especial simpatía de Rosas. La hija del dictador, Manuelita, le enseñaba a leer y escribir al hijo Doménico. Este último erigiría más adelante, el primer astillero en la Argentina.” (5)

También por dichos de familia, escuché que, por encargo de Rosas, Sebastiano había construido varios barcos y que uno de ellos, anclado en el Río de La Plata, durante una fuerte sudestada, había quedado al garete y, con la crecida del río, varado en los jardines de la quinta de Rosas en Palermo. Por diversas fuentes, he podido confirmar el episodio del barco, pero no que haya sido de propiedad de Sebastián Cichero.

“Hacia el fondo de la quinta, que como ya se ha dicho, linda con las orillas del Río de la Plata, tiene Rosas un bergantín en seco al que enfáticamente llama el Buque Palacio. En una gran creciente, de las que con frecuencia ocurren en Buenos Aires, quedó varado un barco, y Rosas lo compró haciéndolo asegurar a los árboles de la quinta por medio de cables y cadenas; luego lo hizo pintar, lo amuebló interiormente y aún hizo colocar un piano en el salón de popa.” (6)

“La casa es construcción de vastas proporciones, con varios patios, como las casa españolas, y galerías o arcadas a la manera de las mezquitas turcas. Está rodeada por un jardín en el que se han hecho grandes gastos porque se formó en terreno pantanoso. Hay en medio un canal, donde Rosas pasa largas horas meciéndose sobre una chalupa bajo las copas tupidas de los sauces. En un extremo puede verse una barca arrojada por un vendaval, desde el río agitado y que fue recogida como resto de naufragio. El casco del navío, asegurado con cables y postes, ha sido convertido en salón. Manuelita suele recibir allí a sus visitas y hacer bailes. Este barco, amarrado a la costa del Río de la Plata, bajo los árboles, es como un emblema del poder ejercido sobre la tierra y el agua “(3)

El misterioso Domingo Cichero--¿¿¿Quién era en realidad???

En la bóveda donde está enterrado Sebastiano Cichero existe otro Domingo Cichero que no es Domingo Cichero Pigretti.
Según documentos de la Dante Alighieri en su diccionario bibliográfico Italo Argentino cita
" Cichero Domingo. Constructor Naval. Nació en Liguria. Se le deben las primeras tentativas de construcciones navales en la Argentina. En efecto en las primeras décadas del siglo pasado, abrió en Buenos Aires un astillero en la Boca del Riachuelo. (Su hermano Sebastián instaló un gran depósito de maderas en la misma barriada"
El Gobierno de Bs As "Buenos Aires la Boca del Riachuelo", menciona tambien a los hermanos Sebastián y Domingo Cichero.

era hermano de Sebastiano, sin embargo no existe familiar que recuerde haber oído hablar de que Sebastiano tuviera hermano no hay fotos de este hermano en los albumes familares...
podrá la Universidad de Notre Dame develar el misterio??

No he encontrado detalles sobre la actividad de Sebastiano como constructor naval. Aparentemente Doménico fue su único hijo, aunque algunas referencias generan algunas dudas:

“Otros genoveses, los hermanos Domingo y Sebastián Cichero, pertenecientes a una familia por demás vinculada, antes y ahora, con el barrio, llegaron de la Liguria en las primeras décadas del siglo XIX. Uno de ellos abrió un astillero, mientras que el otro tenía en la zona un gran depósito de maderas.” (Los Barrios porteños, La Boca del Riachuelo, pg. 44/45.)


Si bien el mayor de los hijos de Doménico se llamó Sebastián y otro Domingo, éste último fue abogado y no tuvo relación con la construcción naval. Una interpretación posible es que hayan confundido la relación de padre-hijo entre Sebastián y Doménico como si fueran hermanos y que éste se haya dedicado a la comercialización de madera y otra posibilidad es que Sebastiano haya tenido hijos en la Argentina y a uno de ellos le haya puesto su nombre.

Sin embargo, en el título de propiedad de la bóveda familiar está registrada una inhumación bajo el nombre de Domingo Cichero con fecha del 30 de Julio de 1881 “a la edad de 68 años” o sea que habría nacido en 1813 y podría ser hermano o primo de Sebastiano que nació en 1810. Otros Cichero que figuran en el título como inhumados en el siglo XIX en la bóveda son, Antonio Cichero en 1867 “a los 70 años” y otro con el mismo nombre en 1875 “a los 18 meses de edad”. También Ema y Luis Cichero –hijos de Doménico- y Juan B. Cichero de 80 años en 1885.

Otras personas registradas en el título con otro apellido son Lázaro Agnesse de 48 años en 1868, Juana Amoretti de 29 años en 1874, José Ballarino de 43 años en 1876, y Rosa S. de Fontana de 70 años.

Sebastiano falleció el 11/06/1894 a los 84 años y si bien su nombre figura como inhumado en el título de la bóveda de la Recoleta, no queda claro si está allí o fue trasladado a la del cementerio de la Chacarita.

sábado, 17 de enero de 2009

Doménico Cichero Maggio: el protegido de Manuelita Rosas



Nacido en Recco el 19 de Marzo de 1835 y arribado a Buenos Aires en 1842, tuvo un astillero y arsenal naval, en La Boca, actividad con la que hizo una considerable fortuna según dichos de familia y confirmado por los bienes que figuraron en su sucesión.

Se casó a los 25 años en la Parroquia de San Nicolás, que estaba ubicada donde ahora está el obelisco, el 30/08/1862 con Camila Pigretti Boasi, (1843-1935) nacida en Italia, hija de ¿Esteban? Pigretti y de Paula Boasi de Pigretti, quién junto con Sebastiano, fueron padrinos de la ceremonia. (6).
Se instalan en la Boca donde en ese momento todas las casas eran de madera forradas con chapas de cinc, pintadas con colores fuertes con los sobrantes de pintura que aplicaban los astilleros a los barcos. Como los terrenos eran anegadizos por las inundaciones periódicas del Riachuelo, las casas se asentaban sobre postes de más de un metro. Las habitaciones eran calientes en invierno y muy calientes en verano.
El 30 de Julio de 1866 Doménico compra a Carlos Murchio “por cuarenta mil pesos moneda corriente” el terreno en el que luego construiría su casa, una de las primeras hechas con ladrillos, frente al Riachuelo en Pedro de Mendoza entre Australia y Rocha, cuyos límites eran: “…por el primer rumbo, camino del Riachuelo; por el segundo, con Ángel Amigo; por el tercero, costado sud calle en medio con Benito Cúneo y, por el cuarto, con Sebastián Cichero. En 1868 sobre durmientes de madera de quebracho colorado se levantó en este espacio la mansión de los Cichero…” Esta mansión de los Cichero poseía todas las cualidades que podían que podían calificarla de tal. Una cochera muy amplia se extendía en la planta baja a lo largo de la calle Australia, a la que entonces se la conocía con el nombre de Calle Nueva. Los vehículos conducidos por briosos corceles, salían por un ancho portón, bordeaban la ribera y…atravesaban después el tragaleguas para alcanzar por la cuesta de Lezama, la ciudad…
En los altos estaba instalada la familia. Se accedía por una escalera de roble un tanto caracoleante, de peldaños lustrosos. Alfombras, espejos, cuadros, arañas, grandes cortinados, en el gusto un tanto sobrecargadote la época, daban a la residencia la atmósfera singular de un lugar integrante de un conglomerado urbano muy evolucionado. Pero era, sin embargo, ahí a unos metros escasos del famoso Riachuelo de los Navíos, casi tocando las barrosas orillas, a la vista de los astilleros y de las embarcaciones que surcaban con su velamen extendido las aguas de ese sureño brazo bonaerense donde se estaba. Aún más, la realidad exterior golpeaba a las puertas de la casa solariega de los Cichero. En los fondos de esa misma calle Australia, el martillo de los remachadores anunciaba en las primeras horas matinales que se trabajaba con tesón en los talleres y en las planchadas que prolongaba el dominio inmobiliario de Don Domingo” . ( )

Doménico y Camila vivieron hasta 1890 en la casa de la calle Pedro de Mendoza 2087, esquina Australia, que también fue llamada “El caserón de Cichero”, (7) En esa misma casa, que siguió siendo de propiedad de la familia por lo menos hasta 1926, en 1918 se instala el conocido pintor Carlos Victorica para realizar sus series de pinturas de objetos, retratos, desnudos femeninos y paisajes rurales y urbanos. (6 bis). Entre 1919 y 1923 fue la sede de la Agrupación El Bermellón, fundada por Juan Del Prete y formada por artistas y hombres de letras. En el legendario caserón tuvieron también sus talleres Fortunato Lacámera y Benito Quinquela Martín.
“…entre fines del siglo XIX y mediados del XX conviven en La Boca artistas oriundos del barrio cuyas obras refieren en forma excluyente a la vida de la ribera; aquellos que, nacidos en Italia o en otros suburbios de la ciudad, se instalan e incluso, en algunos casos en La Boca para pintar la vida del Riachuelo; y aquellos que eligen montar sus propios talleres para tomar distancia geográfica del centro e incluso, en algunos casos, distancia estética del eje urbano dominante e3n la calle Florida y sus alrededores.( )
Doménico y Camila se trasladaron en 1890 a Almirante Brown 951/971 entre Pinzón y Aristóbulo del Valle en el barrio de la Boca, a una gran casa que había mandado construir en 1889 el entonces conocido diputado nacional José (Pepe) Fernández, que falleció ese mismo año. La propiedad fue rematada sin éxito por el Banco Hipotecario Nacional y luego adquirida por Doménico Cichero.
Fue llamada “El palacio de Cichero”, tenía 10 salones de recepción, 20 habitaciones, un gran patio, caballeriza, un llamativo mirador instalado sobre una torre, a la cual se llegaba por una artística escalera en caracol de hierro fundido. La fachada era de estilo renacimiento italiano, con cuatro entradas principales, decoradas con estatuas francesas y farolas de Versalles.
Al momento del fallecimiento de Doménico, en 1926, el inmueble continuaba siendo de su propiedad y allí en 1935 falleció Camila. Posteriormente en este edificio funcionó una escuela, y luego fue sede social del Club Atlético Boca Junior, hasta ser finalmente demolido. (7)
También vivieron en una casa quinta, Edelweis, con un gran parque cuya superficie era el equivalente a varias manzanas, con jardines decorados con muchas estatuas de mármol, en la Av. Centenario entre 25 de Mayo y Coronel Brandsen, en Quilmes, Provincia de Buenos Aires, cuyos fondos eran linderos con los de la fábrica de cerveza Quilmes. Esta quinta era el lugar preferido de Doménico, donde pasó sus últimos años, mientras que Camila, su mujer, prefirió vivir en la casa de Almirante Brown, como si estuvieran separados, lo que resulta curioso después de haber tenido 15 hijos. Sus hijas solteras, Elvira y María (Chamonix) se turnaban con las nietas Ithurralde Cichero para acompañarlos, una semana con Doménico y otra con Camila. Elena Cichero de Frías cuenta que visitaba a su abuela en Almirante Brown y a su abuelo en Quilmes y que parecía muy natural que no vivieran juntos, y que nunca se hablaba sobre los motivos por los que vivían separados.
Según dichos de familia, en un viaje a Europa que hizo Doménico al regresar varios meses después se encontró con que su hijo mayor, Sebastián, que había quedado a cargo de sus negocios, le hizo perder la mayor parte de sus bienes. (8)
Doménico participó en la fundación del club social El Progreso en 1875, junto con P. Pini Roncoroni y José Ragozza y en 1892 al inaugurarse la primera sucursal boquense del Banco Nación Argentina figuran en su Consejo de Administración Domingo y Sebastián Cichero.
Perteneció a la comisión que fundó la iglesia de San Juan Evangelista (9); fue miembro de la Societá Nazionale Italiana, fundada en Torino en 1857, de la que recibió una medalla con la inscripción “OMAGGIO A DOMENICO CICHERO PER 50 ANNI DI SOCIO” ( ). También fue Presidente del Nuevo Banco Italiano y el rey de Italia lo condecoró con el título de Caballero de la Corona de Italia “como Justo homenaje discernido al hombre de virtudes que honrara suelo extraño”.( )
En 1886 participó en la redacción y firma del Acta de Inauguración de los edificios escolares en la Boca, junto con José Fernández –el diputado que mandó construir el que después fue llamado Palacio Cichero- y con Manuel Cichero, uno de los primeros vecinos de Monte Grande desde 1903 y padre de Anibal Cichero Pitré. En una oportunidad le pregunté a Néstor Cichero cuál era nuestro parentesco con los Cichero Pitré y me dijo que ninguno.
Doménico hizo su testamento el 04/04/1917, ante el escribano Francisco Ratto y falleció a los 91 años, el 12/09/1926. Entre las 28 propiedades inmuebles que figuran en su sucesión (3), se menciona a la casa quinta denominada “Villa Buenos Aires” situada en la Vía Garibaldi, en la ciudad de Recco, Provincia de Génova, Italia, que había hecho construir, en la que se radicaron sus hijas Palmira y Romilda. ( ) También hizo construir una importante bóveda “ubicada en el Cementerio del Norte, (Recoleta) que comprende diez lotes en los tablones Nos. 81 y 82 de la Sección San Antonio y la capilla y cripta construidas sobre las mismas”, revestidas exteriormente de mármol negro. El título original es del 14 de febrero de 1864 y está a nombre de su padre, Sebastián Sichero (sic). En un documento de 1917 anexo al título, menciona que la bóveda lindera al Este de propiedad de María Cichero de Fontana. Doménico falleció en Quilmes en 1926 y sus restos descansan en la capilla de la bóveda junto a los de Camila Pigretti, su mujer, mujer, que falleció en la casa de Almirante Brown a los 92 años el 15/11/1935. En los pisos inferiores de la bóveda se encuentran los restos de sus hijos, hijos políticos y nietos. Es posible que su padre, Sebastiano, haya sido sepultado en el Cementerio del Oeste (Chacarita) en la sepultura que también figura en dicha sucesión, como cripta en mampostería para tres sepulturas del Tablón N° 7, manzana sexta de la sección quinta.

jueves, 8 de enero de 2009

El apellido Cichero, y su escudo de armas


Cichero

En La Liguria, a 55 Km. de Génova, a 1.200 m de altura y a pocos Km. de Recco y Rapallo hacia el norte, está ubicado Cichero, un pueblo de 55.000 habitantes que en Italia se pronuncia Chiquero. Se accede por la ruta SP33 desde Lavagna, sobre el Mediterráneo, después de recorrer 18 Km. Es probable que los Cichero que vinieron a la Argentina hayan sido originarios de esta región.
A través del tiempo el apellido tuvo cambios. En el siglo XV era De Chiecherio, en el XVI Chiecherio, en el XVII Cecherio, en el XVIII, Chicherio, para pasar en el siglo XIX al actual. (1)
En Italia uno de los más conocidos es Italo Cichero, ya fallecido, un médico genovés que fue integrante de la logia masónica secreta neo-fascista Propaganda Due, o P2, a la que también pertenecía Silvio Berlusconi y de la que Licio Gelli, un ítalo argentino condecorado por Perón, fue Venerable Maestro.
En Argentina hubo y hay muchos Cichero. Posiblemente el más conocido haya sido Camilo Cichero, que fue Presidente de Boca Juniors en 1936 y 1937, y que impulsó la construcción de la famosa Bombonera, que durante varios años llevó su nombre.
Esteban Vicente Cichero fue un político conservador que, nacido en Buenos Aires en 1855, murió a los 90 años después de haber sido senador provincial, tres veces diputado e intendente de Junín desde 1898 a 1917.
También hubo un juez ilustre, Néstor Cichero -integrante de la Sala 2 de la Cámara Civil que fue célebre por la justeza de sus fallos- a quién le ofrecieron integrar la Corte Suprema Justicia de la Nación en dos oportunidades.
En la Boca hay una antigua funeraria, Casa Cichero, fundada en 1889 por Amadeo Cichero. También una conocida escritora, un historiador, un periodista destacado y un cineasta. En la ciudad de Corrientes hay un barrio de 2.000 personas con ese nombre y en Venezuela un popular futbolista.

El Regreso a mi hogar




El regreso a mi hogar

Pocas veces una persona tiene la oportunidad de volver a la casa de su infancia y rememorar tiempos pasados. En este relato mi abuela regresa a la casa de sus padres, la que encuentra intacta después de casi noventa y siete años. Yo imagino sus comentarios...

Ya estamos en Barracas y falta poco para llegar a Patagones 539 entre Bolívar y Perú. La calle ya no se llama así claro, ahora le cambiaron el nombre por Finocchieto. El tiempo parece haberse detenido en estos casi noventa y siete años. Todo está igual o casi igual. ¿Quién vivirá ahora allí?
Mi hijo Ricardo estaciona el coche para ayudarme a bajar. Yo todavía puedo caminar, aunque despacio, con la ayuda de mi bastón. Me voy acercando al imponente portón de hierro y allí está detrás del jardín, todavía elegante, señorial, tal como el día que la dejé, la casa en donde me crié y viví hasta los quince años.
Se agolpan en la memoria muchísimos recuerdos. Mi infancia, los albores de mi adolescencia... la última vez que estuve allí.
Son demasiado fuertes las emociones que me invaden y prefiero el silencio, me da pudor llorar.

Tengo cuatro hijos, catorce nietos y veinticinco bisnietos. Me quedan dos nietos por casar, el mayor tiene fecha y la más chica amenaza con no darme ningún bisnieto, esta noticia me dejó un poco inquieta. ¿Por qué no se querrá casar? Yo estuve casada con Holo 60 años y fui muy feliz.

De chica se me perforó el tímpano de un oído y he perdido gran parte de la vista de manera que para mantenerme actualizada escucho la radio y veo las noticias de las 7 de la noche. Me gusta el tango, mis favoritos son Malena y Confesión. Lo escucho por radio AM o pongo el disco que grabó mi hijo.
Mis hijos y algunos nietos me visitan en días fijos, así siempre estoy acompañada. Cuando no vienen me llaman por teléfono.
Hago bicicleta fija todos los días y no me canso. Los domingos voy a misa y por las noches antes de dormir rezo el rosario. Tengo muy buena salud para mi edad. La mujer de mi nieto me ha preguntado cuales son las cosas que me dan paz y alegría en la vida y le he contestado; “que se acuerden de mí y me visiten”. Los domingos es el mejor día. En casa sirvo el té a las cinco de la tarde. Tomo una sola taza de té, con una cucharadita de leche y cuatro pastillitas edulcorantes, porque a mi edad ya se pierde un poco el sentido del gusto y necesito endulzar más el te que de costumbre. Siempre hay sandwichitos listos para aquel que me venga a visitar.

Recuerdo bien las dos plantas de mi casa. ¡Qué casa tan linda!, todavía conserva parte de su apostura, a pesar de las plantas y el pasto de la entrada, un tanto descuidados. En el techo, se adivina la azotea. Allí teníamos el lavadero. Papá tenía dos pasatiempos; la carpintería y la fotografía. Yo aprendí a revelar fotos y lo ayudaba en el cuartito oscuro.

Cerca de casa, la estación Constitución a la que llegábamos a veces a pie, otras en coche tirado a caballo.
De allí ibamos con frecuencia a Quilmes a visitar a mi abuelo: “Gran Papá” a su quinta “Edelweiss”, (hoy lindero a la Cervecería Quilmes) una casa sencilla con unos parques majestuosos, con esculturas de mármol de Carrara, deben haber necesitado una cuadrilla de jardineros para mantenerlo.
Otras veces visitábamos a mi abuela Camila en el “Palacio Cichero” en La Boca porque a pesar de que ellos estaban casados y habían tenido quince hijos, vivían separados (no sabemos porqué ya que estas cosas no se preguntaban en mi época).
Una casa impresionante...con diez salones ¡solamente para recepción!, veinte habitaciones, caballerizas, la torre a la que se subía por esa escalera de caracol de hierro fundido...la casa que se construyó en 1889 con una historia muy particular pero no me quiero ir por las ramas...
Con mis padres viví en dos casas más, Gallo 1611 en ochava que es hoy una panadería, y la casa de Anchorena 1810 donde se hizo la fiesta de mi casamiento y donde desapareció misteriosamente nuestro mucamo japonés; un buen día lo llamamos como de costumbre y no contestaba hasta que a alguien se le ocurrió ir a su habitación donde lo encontraron sin vida...nunca supimos lo que le pasó.

Pero me fui por las ramas...A mis padres no les gustaba ofrecer fiestas. Yo fui siempre un poco tímida, tampoco me gustan las fiestas ni me gusta ser centro de atención, aunque bajo la guardia el día de mi cumpleaños y permito que me festeje toda la familia que es cada vez más numerosa.


Cerca de casa está todavía el parque Lezama. Allí nos sorprendió la primera nevada invernal de 1918. Todavía conservo la fotografía. Lástima que nadie se acordó de sacarme a la plaza con una cámara en esta última nevada, ochenta y ocho años después para comparar fotografías y mostrárselas a mis bisnietos.

Me acerco a la entrada, no quiero parecer una intrusa, me tomo de la reja para ver cada detalle de cerca, ¿qué pensarán los dueños si descubren a esta vieja espiando? ¿Se acordará la casa de mí? patios y jardines donde retocé, flores que arranqué de tu jardín, soles, lluvias e inviernos que acompañaron mi niñez, acá estoy, ¡soy yo!, la misma Elena, un poquito más arrugada, un tanto encorvada, el pelo plateado, los ojos tercos que sin embargo no tardan en reconocer tu fachada... ¿te acuerdas tú de mi?, he regresado...
Y si en un descuido tocara el timbre podrían salir por la puerta mi niñez tomada de la mano de mi madre, o mi padre, algún hermano, tal vez mi niñera...o Brujo, mi querido perro!, correrías atolondrado como siempre para saltarme encima, moviendo frenético tu cola al reconocerme, tirándome de bruces al piso, para después jugar los dos como en los viejos tiempos, y llevarte a pasear orgullosa por el barrio, ¡viejo y querido Brujo!.
¡Qué hermosa jugarreta cruzar el túnel del tiempo!, abrazando mis recuerdos...

Ricardo se acerca con la cámara, ¡yo que detesto posar!, nunca me consideré una mujer atractiva, yo diría, del montón. Allí quedó plasmada la fotografía de la casa en que viví y fui feliz.
Magdalena Sánchez de La-Puente-Clapp
(agradecimiento al tío Ricardo Frías por sus valiosos aportes a este cuento)

Nevada en el Parque Lezama, Buenos Aires 1918

Primera nevada para Elena de solo seis años, con su niñera atrás.
En el 2007, Elena experimenta su SEGUNDA nevada en Buenos Aires, 88 años después, pero nadie tiene la suficiente imaginación como para sacarla a la plaza, solo a una cuadra de distancia y tomarle una ¡segunda foto!

Quilmes de Antaño...(y el Rosedal)

El Rosedal 1019
Mitre y Alvear
Mitre y Alvear 1915

Palacio Municipal 1900
Plaza Estación Quilmes

Plaza San Martín
Salida de Misa-Catedral de Quilmes

Estación de Quilmes

Domingo Cichero y Carolina Tezanos Pinto

Domingo, Carolina con sus hijos Jorge, Elena y...
Nota aparecida a su muerte (hacer click para agrandar)

Casamiento de Domingo y Carolina
Carolina y Domingo, paseo en coche
Domingo de 58 años
Certificado de aprobación de estudios de abogado de Domingo

Domingo
Carolina adulta
Carolina de niña

Domingo Santiago Miguel Cichero Pigretti:

Nacido El 15/09/1866 y falleció 18/06/1949, casado el 05/04/1902 con

Carolina Tezanos Pinto Torres Agüero, nacida el 13/12/1877 y fallecida el 22/11/1951

Los hijos de Domingo y Carolina

Edgardo "Gardo" Hernán Cichero Tezanos Pinto, nac. 07/01/1908 y falleció de leucemia a los 56 años en Bs. As. el 15/11/64, escribano y abogado.


Jorge Víctor Lautaro, Cichero Tezanos Pinto, nac. 12/01/1903 en Quilmes fall. 11/08/92 abogado, casado con Susana Peña Méndez.
Abajo:
(Alicia de la Cuesta de Madrazo en la foto en el casamiento de Dolores Sánchez de La-Puente de Gómez Bustillo, su amiga Susy Morin, con Jorge y la "petisa" Peña)
Jorge Víctor Lautaro, Cichero Tezanos Pinto, nac. 12/01/1903 en Quilmes fall. 11/08/92 abogado, casado con Susana Peña Méndez.

(Néstor y Elena )
Néstor Domingo Cichero Tezanos Pinto, nac. 16/07/1905, abogado, c.m. con Marta Obarrio Miguens
Los Tres hermanos que quedaron: Néstor, Elena y Jorge

miércoles, 7 de enero de 2009

La cabeza de la familia...Elena Cichero Tezanos Pinto de Frías

Elena, hoy en día contando los días que faltan para su festejo numero "97" el 12 de Abril


Soplando las velas, en la única fecha del año que recibe a todo el familión, ya que no le gusta llamar la atención.


Foto aparecida en la revista Caras y Caretas con motivo de su compromiso




(Felicitas Sánchez de La-Puente)

Elena 4 años, muy parecida a Felicitas Sánchez de La-Puente, hija de Javier, su actual bisnieta

Elena con un disfráz de carnaval enteramente hecho de papel crépe
Elena a los 18 años, Mar del Plata 1930

Elena paseando por la rambla de Mar del Plata 1925

Elena y su padre Domingo paseando por la rambla de Mar del Plata 1930

Casamiento Elena y Horacio 11 de Septiembre 1936, Nuestra Señora del Socorro

Elena vestida para una gala en el Teatro Colón

Elena intentando domar al automovil, pero confundiendo el acelerador con el freno!!!

Holo y Elena con sus hijos Ricardo y Estela en Bariloche

Elena y Holo, novios

Elena y Holo, jóvenes

Elena y Holo en Cumelén

Con Holo (Horacio Frías Pasman), su marido con quien estuvo casada sesenta años hasta su muerte en 1997.

Elena soplando las velitas a los 94 años

Elena en Meli Lelén, Cumelén Country Club